Tras la larga espera de un año completo, llega a los cines la segunda parte de la nueva trilogía basada en la novela "El Hobbit" de J.R.R. Tolkien. Y lo hace de un modo excelente. Este segundo episodio es aún mejor que el primero, "El Hobbit: un viaje inesperado" (2012). La historia está bien narrada con buen ritmo desde el inicio, los escenarios son espectaculares -en especial algunos de los lugares y ciudades míticas del libro como Esgaroth, La Ciudad del Lago-. La calidad gráfica de la cinta es fantástica, con un trabajo de diseño de espacios, decorados, armas, ropajes, etc. magnífico y en línea con el resto de la saga. Los actores están muy correctos, incluyendo a Martin Freeman como Bilbo y Richard Armitage como Thorin, además del resto de enanos o Ian McKellen de nuevo como Gandalf. Por cierto, hay una interesante y larga aparición de un buen conocido de la saga. Pero el mejor personaje es el dragón Smaug. No defrauda. Es magnífico (y atención a la versión original con la increíble voz de Benedict Cumberbatch). En este filme Peter Jackson entra de lleno en la parte con más "carne" de la novela y, aunque se toma la libertad de variar el modo en el que transcurren ciertos sucesos para hacerlos más rápidos y más cinematográficos e incluir subtramas que no existen en el libro, el resultado es fresco y estupendo. Por cierto, los efectos especiales y el 3D son fenomenales, y una vez acostumbrado a los 48 fotogramas por segundo el resultado es muy bueno. Muy real. Gran película para pasar una tarde de cine y fantasía 100%.
Nota: 8 (de 10)
2 comentarios:
Magnífica calidad de imagen y efectos 3D, magnífica adaptación del libro incluso haciendo algunos pasajes más entretenidos. Si quieres que el agua te moje, la sangre de orco te salpique y el fuego de Smaug te queme, esta es tu película.
¿No se le puede poner un 11 de 10?
halamoca dixit
Gracias por su comentario caballero! :)
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