viernes, 16 de diciembre de 2016

Rogue One: Una historia de Star Wars (Rogue One: A Star Wars Story)

Ya está aquí el primer spin-off de los varios que llenarán interesantes huecos narrativos de la saga original Star Wars. Esta primera película ha sido dirigida por Gareth Edwards quién, a pesar de haber rodado antes algunas mediocres cintas de ciencia ficción, en este caso ha sabido manejar bien los mandos de la nave. Desde su inicio el filme empieza a coger ritmo y se va convirtiendo en una pura película de guerra. Es casi como un viejo filme de la II Guerra Mundial llevado a una galaxia muy lejana. Los guiños a la saga original -y especialmente al episodio IV- son constantes y hacen las delicias de los espectadores a cada momento, de hecho hay ciertas apariciones y eventos que dejan boquiabierto al personal. Es la cinta de Star Wars más cercana -en todos los sentidos- a la primera película de 1977. Los actores trabajan estupendamente -Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Jiang Wen, Mads Mikkelsen o Forest Whitaker-, y hay algunos más que no diremos aquí. La ambientación de ciencia ficción sucia es perfecta, y salvo algún que otro pequeño parón de ritmo -lástima- y algún suceso que "hay que creerse", la trama está bien montada. Los efectos especiales son excelentes, y se sitúan en un punto medio entre el método animatrónico de J.J. Abrahams en "El despertar de la Fuerza" (2015) y el puramente digital del postrero George Lucas de los episodios I a III. La música es fantástica, combinando las clásicas melodías de John Williams con varias nuevas de Michael Giacchino. Al inicio de la cinta se echa menos el texto introductorio habitual sobre las estrellas, pero el final de la película es el culmen perfecto que hace que todo encaje como las piezas de un Lego entre los episodios III y IV. Gran película digna del universo Star Wars.

Nota: 8 de 10

lunes, 12 de diciembre de 2016

Hasta el último hombre (Hacksaw Ridge)

Después de diez años sin dirigir, el australiano Mel Gibson vuelve a ponerse tras las cámaras. Su último filme fue la estupenda "Apocalypto" (2006) y con ésta nueva película nos lleva a la Batalla de Okinawa en la II Guerra Mundial para contarnos la historia real de un héroe distinto a lo habitual con fortísimas convicciones morales. La cinta tiene momentos que recuerdan mucho a las dos películas de Clint Eastwood "Banderas de nuestros padres" (2006) y "Cartas desde Iwo Jima" (2006), pero Gibson ha logrado trasladar su propia personalidad al filme. Muchas de las escenas de las batallas son realmente impresionantes. Crudas como la verdadera guerra y retratadas con oficio. El hecho de que el protagonista y sus actos sean reales aún sorprende más si cabe -atención a las escenas de TV durante los títulos de crédito finales-. La ambientación de los años cuarenta, tanto de las escenas en USA como las de las batallas, son excelentes. El protagonista Andrew Garfield y el resto del reparto, Vince Vaughn, Hugo Weaving, Teresa Palmer o Sam Worthington, trabajan fenomenal, y la trama avanza de modo imparable hasta el cartel de fin. Una estupenda película que adornará la carrera de este gran director.

Nota: 8 de 10

miércoles, 7 de diciembre de 2016

1898. Los últimos de Filipinas

El cine español realiza un remake del clásico de Antonio Román "Los últimos de Filipinas" (1945) sobre la hazaña del batallón de soldados españoles que defendieron en 1898 la posición de Baler aguantando un durísimo asedio de los tagalos durante 11 meses. Lo que más llama la atención, aparte de la ambientación que es estupenda, es que los escenarios naturales de las selvas, playas y la propia iglesia construida -donde transcurre el sitio- son todos ellos magníficos. Se nota un trabajo muy cuidado. La historia tiene una parte de acción más que correcta, aunque el mayor peso de la trama se centra en los pensamientos y tensiones de los soldados y oficiales. Lamentablemente en algunos momentos el film no se libra de caer ligeramente en el anticatolicismo y en los clásicos prejuicios herencia del movimiento regeneracionista -que aún sobrevive-, poniendo en boca de los personajes frases y pensamientos que serían imposibles en ese año y menos en el ejército. Esto hace incluso que los guionistas hayan modificado o añadido algunos eventos que no ocurrieron realmente. Pero a pesar de esos detalles, la película trasluce detrás una gran labor. Los actores trabajan magníficamente, tanto los maestros de primer nivel -Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Carlos Hipólito o Eduard Fernández-, como los jóvenes -Álvaro Cervantes, Patrick Criado, Miguel Herrán o Ricardo Gómez-. Es una buena película y da gusto ver que se llevan a cabo proyectos de esta índole en nuestro país.

Nota: 7 de 10