Sin duda una película entretenida en la que cabe destacar un magnífico 3D no invasivo y bien integrado con la historia, unos excelentes decorados y una estupenda iluminación, todo ello mostrando una idílica y preciosa China de auténtico cuento.
La historia es algo infantil, como viene siendo habitual en DreamWorks, a diferencia de Pixar que suele apostar por guiones que pisan un terreno algo más adulto, y realmente se nota la falta de sorpresa que sí se disfrutaba en la primera parte, aunque se nota el esfuerzo por profundizar en el personaje protagonista. En definitiva, se trata de una película muy cuidada y que resulta divertida.
Nota: 7 (de 10)
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