Un nuevo thriller que trata de beber de otros bastante mejores del mismo género, como "Última llamada" de 2002 que rodó Joel Schumacher o "Un ciudadano ejemplar" de 2009. El director Asger Leth se esfuerza por crear una historia de tensión y angustia pero no consigue transmitirla en absoluto e intenta compensarlo añadiendo a la historia toques de venganza de ciudadanos corrientes frente a perversos millonarios para lograr la simpatía de los personajes, pero el guión flojea por casi todas partes y la cinta pierde interés según avanza. Hay momentos interesantes e impactantes... y otros directamente olvidables. El protagonista Sam Worthington -con poquísimo carisma- hace lo que puede sin demasiado éxito. Elizabeth Banks resulta poco creíble. El nuevo Tintín -antigo Billy Elliot- Jamie Bell aparece por allí pero será mejor que trate de elegir mejor sus papeles. Por cierto, Ed Harris cobra aquí por un nuevo papel alimenticio y al menos da a la película un toque profesional. En definitiva, un filme que es mejor esperar a ver en DVD.
Nota: 5 (de 10)
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