Una comedia que puede considerarse como una especie de "buddy movie" con dos policías muy diferentes tratando de colaborar y en la que el director John Michael McDonagh mezcla muy correctamente puñados de humor negro con aromas de un curioso costumbrismo irlandés. El protagonista es un agente del país magníficamente interpretado por Brendan Gleeson que parece estar de vuelta de todo y para el que las normas no son lo suyo, además de ser políticamente incorrecto. Gleeson está increíble derrochando carisma, como suele ser habitual, y realmente sostiene el peso de la cinta. Su compañero, el actor Don Cheadle, cumple bien aunque sin muchos alardes. Tiene agradable música irlandesa salpicando de vez en cuando la película y los diálogos son bastante buenos, aunque hay algunos aspectos que chirrían. Por ejemplo, no termina de estar muy pulido el retrato de los narcotraficantes a los que el director -que también es guionista- regala una especie de capa pseudointelectual bastante extraña. No obstante, en conjunto el resultado es bastante interesante, y especialmente en versión original.
Nota: 7 (de 10)
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