Este filme de estilo indie cuenta tres historias sobre sendos escritores, cada una de ellas contenida dentro de la otra como si fueran tres matrioskas rusas. Curiosamente en esta película el actor Bradley Cooper vuelve nuevamente a interpretar a un escritor que trata infructuosamente de triunfar y que utiliza "dudosos" medios para ello, tras haber realizado ya algo así en la estupenda "Sin límites" de 2011. Los tres relatos van entrelazándose durante el transcurso de la trama, con algún momento algo forzado, y al final puede quedar alguna duda sobre la historia, cosa que puede incitar al debate tras salir del cine. Sinceramente se nota algo la inmadurez de los debutantes Brian Klugman y Lee Sternthal, pero esta pareja de directores y guionistas prometen. El trabajo de Cooper como actor es bastante correcto, así como el de Dennis Quaid y la guapa Zoe Saldana. Por supuesto el peso del gran Jeremy Irons incorpora calidad al trabajo común y el conjunto es bastante bueno. La cinta es una interesante reflexión acerca de la ilusión y deseos de triunfo, de la aceptación de las propias limitaciones, de la pasión, y de la posibilidad de hacer lo correcto o lo incorrecto.
Nota: 7 (de 10)
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