Se trata de una nueva película del polifacético director Ang Lee, que sigue sorprendiendo por la enorme variedad en la tipología de sus filmes -desde "Sentido y sensibilidad" (1995), a "Hulk" (2003) o a "Brokeback Mountain" (2005)-. En este caso ha llevado a la pantalla el libro de Yann Martel y ha realizado un trabajo de gran calidad narrando la novela con varios estilos combinados. Comienza la historia rodando de un modo preciosista que recuerda a "La invención de Hugo" aunque en modalidad hindú, y continúa mostrando una aventura de naufragio y de supervivencia que va avanzando como un cuento con imágenes de una exquisita belleza y enorme cuidado en cada escena. El problema es que hay muchos momentos en que el director peca de un exceso de buenismo e introduce muchas pinceladas de cierta fantasía y filosofía estilo Paulo Coelho que ralentizan el ritmo y pueden resultar algo pesadas para algunos espectadores. La fotografía es excelente, la creación digital del tigre y de algunos otros animales es magnífica y el 3D es estupendo -aunque no es el mejor que se haya visto, ni mucho menos-. En conjunto -si se va con la mente abierta a disfrutar- la cinta es muy agradable, aunque en mi opinión el filme está ligeramente sobrevalorado, ya que no es realmente una obra maestra.
Nota: 7 (de 10)
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