Por fin ha llegado a las pantallas la tercera parte de la saga Iron Man de Marvel. Esta última entrega la ha dirigido Shane Black, quién ya rodó la estupenda "Kiss Kiss Bang Bang" (2005), pero que sobre todo ha sido el guionista de legendarios filmes de acción que marcaron época como Arma Letal 1 y 2 (1987 y 1989) o El Último Gran Héroe 1993. En este caso el director ha planteado una película 100% cómic que recupera el buen nivel del primer episodio de Iron Man, pero reinventando la historia con estupendos conceptos nuevos. Robert Downey Jr. está mejor que nunca interpretando al gamberrísimo, pretencioso y canalla Tony Stark, Gwyneth Paltrow adquiere más protagonismo y se perfila como un personaje que comienza a abandonar su papel de mujer florero, y Ben Kingsley nos regala un papel secundario que mejora la calidad del conjunto. La trama es estupenda con grandes dosis de acción que mantiene un incesante ritmo y buena tensión, aunque lamentablemente este aspecto flojea un poco en la pirotécnica parte final. El 3D no es lo mejor de la cinta, pero los efectos especiales en general son fantásticos. Un excelente trabajo que llena la pantalla aunque no llega al nivel de "Los Vengadores" (2012). En definitiva, gran película que ofrece lo que promete, superhéroes y una historia sin más pretensiones que el puro disfrute.
Nota: 7 (de 10)
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