El director Ridley Scott vuelve a crear una cinta épica y de escenarios históricos como ya hiciera en "El reino de los cielos" (2005) o "Gladiator" (2000). Esta vez lo ha hecho tomando como base la narración bíblica de la vida de Moisés. La ambientación, las ciudades egipcias y los lugares por los que transcurre la historia son en muchos momentos espectaculares pero a veces uno no puede dejar de acordarse de películas como "10,000 BC" (2008). Y es que realmente el filme se parece más a ese tipo de cine comercial que a auténticos clásicos como "Los diez mandamientos" (1956) de Cecil B. DeMille. Los actores se defienden bien. Christian Bale es el mejor con un Moisés atormentado, Joel Edgerton un correcto Ramsés, Aaron Paul cumple aunque parece que pasaba por allí, Sigourney Weaver, John Turturro y Ben Kingsley apuntalan el elenco con su solidez, y por último la española María Valverde es una muy agradable sorpresa por su buen hacer. Una cinta bíblica bien hecha pero que no pasará a la historia, como ya ocurrió hace unos meses con "
Noé" (2014)
Nota: 6 (de 10)
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