lunes, 26 de septiembre de 2011

La piel que habito (The Skin I Live In)

Fui al cine esperanzado por ver si Almodóvar remontaba el vuelo, tras cierta decepción con alguno de sus últimos filmes, y especialmente por ver de nuevo a Banderas trabajando con él desde su estupenda y ya clásica "Átame". Y sinceramente, creo que el director manchego sigue avanzando pero cuesta abajo. Estéticamente la película está bien realizada, pero todo queda ahí. La historia que comienza de manera prometedora se va deshaciendo en giros tan increíbles -literalmente hablando- que según avanza la cinta uno no puede evitar pensar que Almodóvar está tan pagado de sí mismo que parece estar convencido de que, cuente lo que cuente, el espectador va a tragar y creer su historia sin necesidad de argumentarla, de hilarla. No se puede hacer creíble lo increíble sólo por ponerlo delante de una cámara, aunque ésta la controle el director más famoso español contemporáneo. Es un filme en el que Antonio Banderas y Elena Anaya se defienden bien, pero el problema es la propia historia, es la base y el desarrollo de la misma lo que falla. Una pena.

Nota: 4 (de 10)

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