jueves, 29 de enero de 2015

Autómata

De nuevo el cine español vuelve a entrar en la temática de la robótica y la ciencia ficción, como ya ocurriera con la película "Eva" (2011) hace unos años. El director Gabe Ibáñez nos lleva a un distópico año 2044 en el que casi toda la Tierra está arrasada por la radiación e invadida por el desierto, y sólo un porcentaje de ciudadanos viven en cerradas y claustrofóbicas ciudades. Ibáñez retrata éstas estupendamente con un estilo y ambientación muy ciberpunk, tomando claras referencias de filmes como "Blade Runner" (1982) o el "Juez Dredd" (1995). De hecho hay algún guiño hacia "Blade Runner" -relativo a los "quelonios"- que los cinéfilos reconocerán sin duda. El director se ha basado ligeramente en el concepto de las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov, creando sólo dos y adaptándolas a su historia, y con esos mimbres ha realizado un película que está muy entretenida, especialmente en su primera mitad, tratando el tema de si la vida artificial podrá ser vida real o no, y por supuesto ese atávico miedo a vernos superados por nuestras obras: el clásico complejo de Frankenstein. Antonio Banderas hace una labor más que correcta y hay que recalcar que el resultado del filme, teniendo en cuenta su limitado presupuesto, es muy interesante. La lástima es que le sobra algo de metraje en su tercio final, que se hace algo lento, pero la cinta es recomendable.

Nota: 6 (de 10)

lunes, 19 de enero de 2015

Whiplash

El joven guionista y director Damien Chazelle ha creado esta película con una maestría digna de un auténtico veterano. Está basada en su propio cortometraje homónimo premiado en Sundance y nos sumerge en el universo de los estudiantes de música. Para ello sitúa frente a nosotros una historia de búsqueda insaciable de triunfo y autosuperación de un modo soberbio. Ese tipo de fuerza de voluntad sin medida ya las hemos visto en cintas como "El cisne negro" (2010), pero aquí se siente incluso más el brutal esfuerzo. La estética y fotografía de la cinta crean una excelente atmósfera del mundo de jazz, de las aulas y salas orquestales, y de la soledad de los ensayos. Sorprende cómo el estupendo montaje, con tomas muy rápidas y ágiles, nos transmite sentimientos y situaciones con apenas unos planos cortísimos de objetos. La música ayuda mucho a ello y es espectacular desde el primer fotograma hasta el final. La trama nos narra cómo un estudiante de batería interpretado fenomenalmente por Miles Teller se deja literalmente sangre, sudor y lágrimas por triunfar en el jazz, y cómo su profesor encarnado por un increíble J.K. Simmons -que está de Óscar- es capaz de apretar a muerte en una mezcla de dictadura y paternalismo que pone la piel de gallina. El enfrentamiento de egos, que se va produciendo pone las bases de un clímax magnífico que es para recordar. Gran película.

Nota: 9 (de 10)

lunes, 12 de enero de 2015

Corazones de acero (Fury)

El director David Ayer, que ha rodado buenos filmes como "Sin tregua (End of Watch)" (2012) y que fue guionista de la excelente "Training Day" (2001), nos lleva al corazón de la peligrosa Alemania asediada por los aliados durante los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial. Nos muestra una película de guerra pura desde el punto de vista de una brigada destinada en un tanque y lo hace de un modo sucio, embarrado y muy realista que a veces recuerda a escenas de "Salvar al soldado Ryan" (1998) o a "Banderas de nuestros padres" (2006) con momentos que alternan la acción, la asperidad narrativa o incluso algún instante de intimidad. Por supuesto, también hay momentos épicos. Brad Pitt trabaja realmente bien al igual que Logan Lerman, Jon Bernthal o Michael Peña, pero la gran sorpresa es Shia LaBeouf que está fantástico. Se aprecia en él un crecimiento como actor que era difícil imaginar tras sus sencillos inicios en películas de acción adolescente. Una buena película de guerra que supera ligeramente a "Monuments Men" (2014).

Nota: 7 (de 10)

El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (The Hobbit: The Battle of the Five Armies)

Nuestro viejo amigo Peter Jackson cierra su segunda trilogía tolkeniana con un espectacular filme épico de enormes batallas que culmina su personal interpretación cinematográfica de la novela "El Hobbit". Si en el primer y segundo episodios ya incluyó ciertos sucesos que no formaban parte del libro, ahora aún añade algunos más, pero hay que reconocer que no debe ser fácil realizar una trilogía con un cuento tan reducido como éste. A su favor hay que argumentar que al menos algunos eventos, personajes o lugares inéditos en la novela, han sido tomados de otros libros del escritor Tolkien como "El Silmarillion" o "El Señor de los Anillos", lo que al menos mantiene la historia dentro de ciertos cauces originales de la Tierra Media. Por lo demás, hay que destacatar la continuidad del buen trabajo del elenco habitual, con unos Martin Freeman (Bilbo) e Ian McKellen (Gandalf) estupendos y con una más que decente labor de Luke Evans y del grupo de "enanos". Orlando Bloom sigue apareciendo por allí como Legolas (aunque es uno de los personajes que jamás estuvieron en la novela). Los efectos especiales son como siempre espectaculares, especialmente si se ve el filme en 3D y con fotogramas en calidad HFR. Lo mejor es que Jackson ha cerrado la película de modo que todo encaje perfectamente con el primer episodio de la trilogía ya conocida de El Señor de los Anillos. En definitiva, si se va con la mente abierta es una cinta para disfrutar.

Nota: 7 (de 10)

sábado, 3 de enero de 2015

Relatos salvajes

El cine argentino ha vuelto a permitirnos disfrutar de una muy buena película, esta vez de la mano del director Damián Szifrón. Este filme consta de seis historias independientes pero todas ellas basadas en conceptos comunes como la ira, la indefensión o la venganza. Realmente algunas de las tramas son mejores que otras, pero todas ellas son estupendos relatos cortos llevados a la pantalla con oficio y buen hacer. El elenco está encabezado por el magnífico Ricardo Darín -que protagoniza una de las historias- y trabaja fenomenal, pero también encontramos a Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Oscar Martínez, Rita Cortese, Julieta Zylberberg o María Onetto. El resultado es una película con mucho ritmo, una ensalada de sabores agridulces que mezcla la comedia y el drama con grandes dosis de humor negro. Muy recomendable.

Nota: 8 (de 10)