La segunda parte del episodio final de la saga "Crepúsculo". Tras las anteriores cuatro partes narrando las tormentosas y lacrimógenas relaciones entre vampiros y humanos, con licántropos alrededor luciendo cachas, de nuevo tenemos a los actores Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner en las salas. Este episodio ya no se centra en las tormentosas relaciones de celos e incompatibilidades entre "razas", sino en la vida de Bella -ya siendo vampiro- junto a su marido, su niña y el resto de familia política y algún amigo. Curiosamente la guapa Kristen abandona en algunos momentos de la cinta su gesto de tristeza y desgana habitual en todos sus papeles, y sinceramente agrada ver que aparece más espabilada y hasta algo perversa. La película muestra estupendos escenarios naturales, una correcta música y la historia posee una parte final bastante interesante -con un buen clímax- que seguro sorprenderá a los lectores de las novelas, ya que hay algún que otro excelente y curioso giro de los acontecimientos que no aparece en el libro. Entre lo negativo, los efectos especiales siguen siendo algo mediocres; especialmente la cara de la niña pequeña que da auténtica grima mirar en ciertas escenas. Por lo demás, este episodio mejora el nivel de los últimos vistos y casi se diría que es el mejor, lo que permite cerrar la saga con dignidad. A los seguidores de Stephenie Meyer les encantará.Nota: 6 (de 10)
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