Aquí está la tercera parte de la saga de "Resacón en Las Vegas" en la que de nuevo el director Todd Phillips vuelve a reunir al equipo de las dos primeras. Sólo hay un problema, la primera cinta fue estupenda y sorprendía con esa especie de mezcla entre "Dude, Where's my Car?" (Colega dónde está mi coche) y la española "Airbag"; la segunda repitió fórmula -adiós sorpresa- pero forzó la máquina cambiando escenario y bromas, logrando ser una digna secuela. Lo malo de esta tercera parte es que ni tiene sorpresa, ni ofrece demasiados grandes golpes que hagan reír, salvo alguna excepción. Las geniales consecuencias de las despedidas de soltero se han esfumado y pasa a ser una simple roadmovie graciosa. A Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis o Ken Jeong les falta ya algo de chispa, y esto no se compensa con la buena incorporación de John Goodman y Melissa McCarthy. Es divertida pero parece que el filón se ha agotado. Lo mejor es el final que curiosamente deja al espectador queriendo saber más.
Nota: 6 (de 10)
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Hace 1 año
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