El director Brad Anderson, cuya carrera ha transcurrido siempre en la TV, salvo su película "La última llamada" (2013), nos lleva a los inicios de los ochenta y al convulso escenario del Líbano de esa época. Se trata de un thriller de acción con espías, secuestros y terroristas a la antigua usanza -con cierto estilo John le Carré-. Su fotografía además está esmeradamente cuidada para asemejarse a los filme de aquellos años, lo que le da un toque interesante y añejo. La trama va cogiendo ritmo desde el inicio de la cinta y avanza en una espiral que atrapa al espectador sin bajones de ritmo, lo que se agradece. Los actores protagonistas Jon Hamm y Rosamund Pike trabajan estupendamente y el resto del reparto acompañan con oficio. Un filme que gustará especialmente a los que vivieron los ochenta disfrutando de las películas de espionaje de entonces.
Nota: 7 de 10
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Hace 1 año