El director Ridley Scott vuelve a ponerse tras las cámaras con una esperada película que, sin embargo, queda bastante lejos de llenar las expectativas que había por ver una nueva obra suya tras "Prometheus" (2012) y su floja versión de "Robin Hood" (2010). La historia entra en el terreno del narcotráfico fronterizo norteamericano mezclada con los turbios negocios de teóricos magnates, abogados, etc. y podría pensarse que quiere aprovechar el tirón de "Breaking Bad". Lamentablemente el estupendo actor Michael Fassbender no logra transmitirnos como protagonista de esta cinta todo lo que sabe hacer y a ello se añade que su química con Penélope Cruz es nula, con lo que ambos no convencen absolutamente nada a pesar de sus evidentes esfuerzos interpretativos. Lo de Javier Bardem ya es exasperante. De nuevo vuelve a interpretar un extraño personaje de ridículos comportamientos y con peinado inverosímil, lo que empieza a aburrir. Cameron Diaz está correcta -teniendo en cuenta sus dotes de actuación- y Brad Pitt también, aunque éste parece llevar el piloto automático esperando su cheque. El problema añadido es que la historia está deslavazada y ésta cuenta además con conversaciones muy flojas y forzadas que a veces pretenden ser superfilosóficas y lo único que logran es mostrar una triste y risible pretenciosidad. Desde luego, este filme no quedará entre lo mejor del gran director de "Blade Runner".
Nota: 5 (de 10)
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Hace 1 año
1 comentario:
Vaya, no apetece nada verla. Habrá que esperar que regrese el gran Ridley Scott, ojalá Exodus sea grande.
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