Burr Steers, que ha dirigido comedias románticas flojas como "Siempre a mi lado" (2010) o "17 otra vez" (2009), cambia totalmente de registro para llevar a la pantalla la muy friqui novela homónima de Seth Grahame-Smith, inspirada a su vez en el clásico de Jane Austen "Orgullo y Prejuicio". La película es una peculiar mezcla de cine de época con la moda zombie que recorre cine y TV. El resultado es una especie de filme de serie B pero rodado con medios y presupuesto. Como factor positivo conviene destacar que es un producto honesto, que el planteamiento de la historia está correctamente trabajado, teniendo en cuenta el revoltijo que trata de contarnos, y que tanto la ambientación decimonónica, como los efectos especiales, como incluso el trabajo actoral no es malo. De hecho, los actores: Lily James, Sam Riley, Bella Heathcote o Douglas Booth no se defienden mal. Pero la película es algo difícil de digerir, y no porque sea gore precisamente, ya que no abusa en ese aspecto; es que ni siquiera los toques de humor están bien planteados más que en dos o tres momentos. Los fans de los zombies se entretendrán un rato, pero los demás que no se acerquen a la sala.
Nota: 5 (de 10)
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Hace 1 año