El director David O. Russell, que nos regaló la estupenda película "El lado bueno de las cosas" (2012), vuelve a reunir a casi todo el elenco de aquella para realizar lo que mejor hace Russell: dirigir actores. En este caso nos cuenta una historia de estafas y rebuscados planes -a veces algo embarullados- que algunos momentos parece tomar referencias de "Casino" (1995) de Scorsese o incluso de "El golpe" (1973) o de otras películas de fraudes y timos varios. El filme está ambientado en 1978 con lo que uno de los más llamativos factores ha sido la estética setentera, especialmente los peinados y vestimenta estrafalaria de aquella época, además de una buena banda sonora que acompaña muy bien el conjunto. Los actores, Christian Bale -que vuelve a engordar aquí tremendamente-, Bradley Cooper -de nuevo bipolar y con unos rizos imposibles- o Jeremy Renner están muy correctos, pero lo mejor es el estupendo trabajo de Amy Adams -aunque es difícil no distraerse con sus escotazos imposibles- o la gran Jennifer Lawrence, que gana cada vez más puntos. Todo está bien condimentado además con algunas apariciones de grandes actores como Louis C.K., Michael Peña o Robert De Niro. Quizá la cinta vuelve a pecar de exceso de metraje, como le ocurría a "El lobo de Wall Street", pero aún así es una muy buena película.
Nota: 7 (de 10)
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Hace 1 año
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