El director John Carney, que ya nos deleitó con las estupendas "Once" (2006) y "Begin Again" (2013), vuelve a su terreno favorito; el talento musical y los grupos y bandas incipientes. Y además lo hace volviendo a rodar en su tierra, la nublada Irlanda. En esta cinta, nos transporta a los años ochenta en plena época del pop y la experimentación de nuevas tendencias. Y nos cuenta cómo unos chavales algo inadaptados tratan de crear su propio grupo y sus propios vídeos musicales rompiendo esquemas en un entorno de colegio retrógrado y de barrio humilde y problemático. Está claro que Carney se siente muy cómodo en este tipo de filmes con música, excelentes canciones y persecución más o menos exitosa del amor. La ambientación ochentera es muy buena, la música de la época -aunque compuesta hoy- te lleva en volandas a esos años, y la interpretación de los jovencísimos actores es fenomenal. Curioso por cierto ver por allí Aidan Gillen, conocido por ser Petyr Baelish "Meñique" en la serie "Juego de Tronos". Hay ciertos aspectos que podrían pulirse, especialmente hacia el final de la cinta, pero en conjunto es una gran película de aspecto pequeño que se disfruta con placer.
Nota: 8 de 10
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Hace 1 año
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